A pesar de la gran cantidad de estudios que exploran los efectos de los programas de ejercicio en pacientes con enfermedades respiratorias crónicas, la mayoría no incluye pacientes que padecen comorbilidades cardiovasculares, y los que sí lo hacen, no reportan ningún ejercicio específico adaptado a estas condiciones.
Los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma y enfermedades pulmonares intersticiales (EPI) padecen con frecuencia comorbilidades cardiovasculares, que deterioran aún más su estado funcional y calidad de vida relacionada con la salud y aumentan el riesgo de mortalidad. El entrenamiento con ejercicios se ha identificado como una intervención fundamental para el tratamiento de estas afecciones, pero las recomendaciones sobre cómo adaptar los programas de ejercicios a los pacientes que padecen enfermedades respiratorias y comorbilidades cardiovasculares aún son limitadas.